Fichas. Agentes Patógenos
Populus tremula L.
Insectos
Agentes susceptibles de provocar plagas. Destacan los siguientes grupos:
Defoliadores
Atribución
© Suso Tizón – algunos derechos reservados (CC BY-NC-SA)
Cerura iberica (Templ. y Ort. 1966)
Insecta. Lepidoptera. Notodontidae
Endemismo ibérico. Vuelan por la noche en los meses de marzo a mayo, permaneciendo durante el día en reposo sobre postes, paredes o tapias iluminados por la noche. Las hembras realizan la puesta en grupos pequeños en las hojas.
Las larvas devoran vorazmente las hojas, llegando a consumir hasta el peciolo en los últimos estadios si escasea el alimento.
Aunque su gran voracidad puede llevar a defoliar completamente los árboles, no es común encontrar elevadas poblaciones sobre el mismo pie, por lo que los daños pueden ser importantes casi exclusivamente en viveros y plantaciones jóvenes.
Atribución
© Marleen Schouten – algunos derechos reservados (CC BY-NC)
Galerucella lineola (Fabr. 1781)
Sin. Chrysomela populi. Insecta. Coleoptera. Chrysomelidae
En primavera los adultos salen de sus refugios y comienzan a alimentarse de las hojas.
Las orugas son muy voraces.
Larvas y adultos comen hojas provocando una defoliación que puede llegar a ser grave.
Al tener menos superficie de hojas, la fotosíntesis se reduce, debilitándose el árbol.
Las larvas se alimentan del parénquima de la hoja, respetando la epidermis del haz, producen los mayores daños.
Los adultos comen la hoja, practicando agujeros completos y respetando solo los nervios.
Los ejemplares afectados al quedar debilitados son susceptibles de ser atacados por escolítidos.
Atribución
© Paolo Mazzei – algunos derechos reservados (CC BY-NC)
Leucoma salicis (Linnaeus, 1758) «Mariposa blanca del chopo»
(Insecta. Lepidoptera. Lymantriidae
Pasa el invierno en oruga protegida por un refugio que fabrica en seda y se adhiere a las cavidades de los troncos. Cuando se inicia la formación de las nuevas hojas, las orugas abandonan el cobijo y se alimentan de las hojas.
Las hembras colocan los huevos pegados al tronco, agrupados y recubiertos de una sustancia blanca.
Los daños que origina son defoliaciones.
Atribución
© Corinna Herr – algunos derechos reservados (CC BY-NC)
Melasoma populi (Linnaeus, 1758)
Insecta. Coleoptera. Curculionidae
Inician su actividad en primavera alimentándose de las hojas tiernas.
Las hembras realizan la puesta preferentemente en las hojas apicales jóvenes, aunque a veces podemos encontrarlas directamente sobre la corteza del tronco y ramas.
Las larvas en los primeros estadios se alimentan del parénquima de la hoja respetando la nerviación para después en los últimos estadios devorar la totalidad de la hoja.
Los adultos son muy voraces y prefieren las hojas jóvenes de las que consume totalmente el limbo, dejando sólo los nervios principales.
Los daños pueden constutuir defoliaciones totales de los árboles, en focos bien localizados.
Cuando los ataques son de gran intensidad provocan pérdida de crecimiento.
Perforadores
Atribución
© Andrey Ponomarev – algunos derechos reservados (CC BY-NC)
Cryptorhynchus lapathi (Linnaeus, 1758)
Insecta. Hemiptera. Lymantridae
La hembra efectúa la puesta colocando los huevos individualmente, por un orificio, en el interior de un pequeño orificio excavado en la corteza.
Para nutrirse penetran en el xilema haciendo galerías que suelen ser ascendentes.
Se pueden observar finas virutas agrupadas en el exterior de los troncos afectados.
Cuando finaliza el desarrollo de la larva, se transforma en pupa en la galería taponada por las virutas.
El adulto formado recorre las galerías apartando las virutas y saliendo al exterior.
Los árboles en los primeros años son más vulnerables, aunque también atacan a árboles ya desarrollados.
Atribución
© Simon Oliver – algunos derechos reservados (CC BY-NC)
Melanophila picta (Pallas, 1773) «Cabezudo del chopo»
Insecta. Coleoptera. Buprestidae
A mediados de junio nacen las primeras larvas que perforan la corteza para alimentarse del cambium y floema, ocasionando zonas necrosadas.
Al levantar la corteza en estas zonas, se puede observar serrín acumulado muy fino de color marrón.
Al cabo de dos o tres meses empiezan a alimentarse en el xilema, realizando galerías que quedan tapadas de serrín fino de color blanco.
En los días soleados es frecuente ver a los adultos en los troncos de los árboles.
La presencia de esta insecto en las choperas indica que los árboles vegetan en malas condiciones.
Los árboles se debilitan, favoreciendo el ataque de otras plagas , y la madera pierde calidad.
Es una plaga muy peligrosa en plantaciones jóvenes, pudiendo llegar a destruir el sistema conductor, anillando por completo el tronco y muriendo el ejemplar.
Atribución
© Nikolai Vladimirov – algunos derechos reservados (CC BY-NC)
Paranthrene tabaniformis (Rott. 1775)
Insecta. Lepidoptera. Sesiidae
Los adultos emergen a través de un orificio que anteriormente había preparado la larva, dejando parte del exuvio visible.
La hembra coloca los huevos individualmente adheridos a la corteza, preferentemente del tronco.
La oruga comienza a comer en el cambium y floema, pasando posteriormente al xilema conforme va evolucionando realizando una galería con sección circular diametral.
Los daños de las larvas se detectan por el serrín agrupado que obtura la entrada de la galería.
Atribución
© Ralph Martin – algunos derechos reservados (CC BY-NC-ND)
Saperda populnea (Linnaeus, 1758)
Insecta. Coleoptera. Cerambycidae
La larva, que nace a primeros de julio, hace una galería anular que abarca media circunferencia y provoca un engrosamiento del tronco o ramilla atacada.
El adulto sale por un orificio redondo y de bordes limpios muy característico.
Produce sus daños perforando ramillas delgados y tallos de chopo y sauce.
Cuando el ataque tiene lugar en la parte final del tallo, éste se rompe fácilmente con el viento por la zona de ataque.
Atribución
© Bernard Ruelle – algunos derechos reservados (CC BY-NC-ND)
Sesia apiformis (Clerck, 1759)
Insecta. Lepidoptera. Sesiidae
Habitualmente se alimenta en el tronco y en las raices. Los primeros adultos nacen a últimos de mayo.
Las hembras realizan la puesta dejando caer al suelo gran cantidad de huevos que son capaces de llevar en el abdomen.
Las orugas al nacer para su alimentación inician galerías ascendentes, así, cerca de la base del tronco.
Las orugas practican galerías en troncos y ramas, observándose restos de serrín con el que la oruga tapona el orificio. En el tronco normalmente los ataques se concentran en los primeros metros de altura.
Producen debilitamiento generalizado del árbol, falta de vigor e incluso la muerte del ejemplar.
Las ramas pueden llegar a romperse con facilidad, lo cual es un grave problema en espacios urbanos.
Los ataques favorecen la entrada de hongos y bacterias.
Perforadores de yemas
Atribución
© raedwulf68 – algunos derechos reservados (CC BY-NC)
Gypsonoma aceriana (Dupn. 1843)»Oruga minadora del chopo»
Insecta. Lepidoptera. Tortricidae
Los adultos inician el vuelo desde mediados de abril a mayo, disponiendo la hembra los huevos sobre el envés de las hojas.
Las orugas comienzan a alimentarse de las mismas, para posteriormente penetrar en las yemas del árbol.
Los daños son ocasionados por las orugas que se alimentan del parénquima de las hojas, reduciendo la superficie fotosintética.
Los mayores daños los produce al exacavar galerías en el interior de las yemas, dificultando el crecimiento de nuevos brotes y provocando malformaciones.
Este daño adquiere importancia en nuevas plantaciones, ya que los plantones sufren una reducción del crecimiento y una acusada deformación.
En vivero los árboles afectados se bifurcan, o crecen con numerosos brotes laterales por haber sido destruida la yema terminal de crecimiento, tomando un aspecto de matorral. En cualquier caso los árboles muy afectados no son comercializables.
Hongos
Los hongos son especies que atacan a hojas, ramas, ramillos y raíces susceptibles de provocar enfermedades.
Hojas
Atribución
© Susan J. Hewitt – algunos derechos reservados (CC BY-NC)
Marssonina brunnea (Ell. y Ev.) Magn.
Ascomycota. Leotiales. Dermateaceae
Hongo causante de una grave enfermedad criptogámica.
El principal daño lo ocasiona al defoliar los chopos al comienzo de la primavera, atacando hojas y también ramillos finos.
El chopo detiene su crecimiento, se debilita y queda en condiciones indefensas ante el nuevo ataque de otros hongos o insectos.
La enfermedad se inicia sobre las hojas más bajas, extendiéndose gradualmente hacia las superiores, respetando a menudo, o afectando ligeramente, las apicales.
Esto permite diferenciar incluso de lejos los árboles afectados, en los que, además, el verde es menos intenso, adquiriendo incluso tonos bronceados.
Sobre la hoja se observan manchas redondeadas pardas, de diámetro inferior a 1mm, con la parte central más clara, que puedan confluir formando zonas desecadas más amplias.
Pueden aparecer en el limbo o en las nerviaduras, siendo más alargadas en este último caso.
El limbo alrededor de cada mancha amarillea progresivamente, pudiendo llegar toda hoja a tomar un color pardo.
La defoliación junto con una importante alteración del potencial fotosintético produce una importante reducción del desarrollo anual que influye notablemente en la producción de madera.
Atribución
© bjoerns – algunos derechos reservados (CC BY-SA)
Parásito obligado que obtiene sus nutrientes de los tejidos vivos del hospedante.
En ataques intensos provoca defoliación precoz de los chopos, teniendo entre otras consecuencias de ralentización del crecimiento.
Produce daños serios en vivero. Las hojas, al estar cubiertas por las estructuras del hongo, presentan alteraciones en los procesos fotosintéticos respiratorios.
Estos dos fenómenos provocan una reducción en las reservas.
El árbol acusa en la siguiente primavera estos problemas presentando una brotación más tardía y menos completa.
El estado de debilidad del árbol conduce a una predisposición al ataque de numerosos agentes oportunistas.
Sobre los grandes árboles, las ramas afectadas predominantemente son las más bajas de las copas.
Atribución
Bruce Watt, University of Maine, Bugwood.org
Septoria populi (Desm)
Ascomycota. Dothideales. Mycosphaerellaceae
Defoliador menos perjudicial que otras especies fúngicas del chopo.
Es frecuente su presencia en las hojas de los ramillos epicórmicos y en los rebrotes de cepa.
Ocasionalmente puede producir ataques masivos, lo que determina la caída precoz de las hojas.
Presenta hojas necróticas en las hojas verdes delimitadas por un borde pardo oscuro, aunque puede confluir.
Estas manchas son de forma irregular y presentan el centro de un color blanco grisáceo.
Atribución
© Stephen Tirone – algunos derechos reservados (CC BY-NC)
Taphrina aurea (Pers.) Fr.
Sin. Taphrina populina. Ascomycota. Taphrinales. Taphrinaceae
Produce hiperplasias en las hojas que, si son abundantes, dan lugar a trastornos en el proceso de fotosíntesis, clorosis y defoliación precoz.
A partir de la brotación se observan grandes abolladuras en las hojas, que típicamente son convexas por el haz y cóncavas por el envés, aunque a veces, en infecciones intensas, también se forman al revés.
Las abolladuras son el resultado de la hipertrofia y la hiperplasia que produce la presencia del hongo sobre los tejidos de las hojas.
En el interior de las ascas, se encuentran numerosas gotas oleaginosas de color dorado, que dan a las zonas alteradas el color amarillo característico.
Atribución
© Jason Cooper – algunos derechos reservados (CC BY-NC)
Venturia populina (Vuill.) Fabr.
Ascomycota. Dothideales. Venturiaceae
Defoliador activo de los chopos, especialmente de las guías principales.
Suele ir avanzando desde la parte alta de las copas a las ramas bajas.
Produce extensas lesiones necróticas en las hojas hasta causarles la muerte. la infección progresa a los peciolos y a los jóvenes ramillos durante la estación vegetativa.
Las hojas más vulnerables son las primeras que se desarrollan al comienzo de la primavera.
Puede dañar también a las yemas durmientes. Los ataques anuales consecutivos conducen a la ralentización del crecimiento.
A medida que la necrosis va invadiendo la hoja, ésta se curva; finalmente las hojas terminan totalmente ennegrecidas, y los extremos de los ramillos presentan los brotes como si hubieran sufrido daños de heladas.
Ramas y ramillos
Atribución
© Nido Paras – algunos derechos reservados (CC BY-NC)
Cytospora chrysosperma (Pers.) Fr.
Sin. Valsa sordida. Ascomycota. Diaporthales. Valsaceae
Contribuye a hacer morir los chopos, sobre todo las plantas jóvenes, que sufren de condiciones precarias o anormales. Las esporas son muy pequeñas, cilíndricas, arqueadas, hialinas, que se expulsan con una sustancia gelatinosa con forma de un largo filamento amarillo vivo apelotonado sobre sí mismo (cirro).
Este parásito de debilidad o de desequilibrio sólo se encuentra cuando las plantas están en malas condiciones de cultivo.
Los ataques pueden ser muy graves y destruir enteramente las plantaciones.
Se manifiestan primero por la aparición sobre la corteza de manchas oscuras; los tejidos subyacentes toman un tinte negro, mate, uniforme o incluso naranja (cirro).
Finalmente la enfermedad produce la sequía de la corteza, que se descompone en hilachas; la madera se ennegrece.
Atribución
USDA Forest Service – Region 2 – Rocky Mountain Region , USDA Forest Service, Bugwood.org
Dothichiza populea Sacc. et Briard «Necrosis de la corteza de los chopos»
Ascomycota. Dothideales. Dothioraceae
Es uno de los mas peligrosos parásitos de las plantas jóvenes de los chopos; provoca la sequedad de las plantas.
Produce la muerte de las ramas. La contaminación se hace por los cortes; la rugosidad de la corteza favorece la fijación de esporas sobre el huésped. El árbol es sensible durante su reposo invernal.
Pero una vez instalada la enfermedad continúa su desarrollo hasta el verano.
En la mayoría de los casos es mortal.
La enfermedad comienza por la presencia de manchas marrones sobre la corteza, muchas veces en la vecindad de heridas: cicatrices foliares, cortes de poda, etc.
Seguidamente la corteza se infla por la presión de los pignados del parásito, que son las póstulas negras de 1 a 2 mm; finalmente se rompe al nivel de los pignidos liberados, en tiempo húmedo y a unas masas tiernas color crema que contienen las innumerables esporas del hongo se proyectan al exterior.
Atribución
Obtenido de https://www.mapa.gob.es/ministerio/pags/Biblioteca/Revistas/pdf_plagas%2FBSVP-02-01-089-096.pdf
Producida la enfermedad por un hongo típico de suelo, conduce a la pudrición del sistema radical y del cuello de la raíz, subiendo por el fuste hasta una altura aproximada de un metro.
Perjudicial en plantas jóvenes, donde los chopos a menudose fracturan por la pérdida de resistencia de los órganos leñosos.
La predisposición a esta fusariosis se favorece cuando los chopos crecen en malas condiciones y con escasa disponibilidad de agua.
Con la edad las lesiones cicatrizan y el árbol las supera.
Se producen hinchazones en las zonas infectadas y resquebrajaduras de la corteza desde la base del fuste y que también pueden verse a distintas alturas.
Las zonas alteradas son propicias a la introducción de otros parásitos como la Cytospora chrysosperma.