Fichas. Agentes Patógenos

Especie polífaga que se alimenta de hojas de frondosas.
Los adultos vuelan de abril a julio y se sienten atraídos por la luz.
Las hembras realizan la puesta sobre las hojas de la planta nutricia; prefieren la parte terminal de la copa.
Para crisalidar excavan una galería en la madera podrida caída, transformándose dentro de un capullo de seda.
La poca densidad de la población hace que no provoquen defoliaciones intensas.

Especie muy polífaga que se alimenta de frondosas.
Pasa casi todo el otoño, invierno y parte del verano en estado de huevo, la larva nace a finales de marzo, enrolla una hoja y la sujeta con seda.
Fabrica un refugio en forma de canuto, del que sale para alimentarse de flores, pequeños frutos y hojas.
La hembra coloca los huevos en pequeños grupos sobre las ramas y el tronco.
Produce daños en flores así como en frutos en formación, en el caso de árboles forestales, sólo ligeras defoliaciones.

Especie polífaga que se alimenta de hojas de frondosas.
El adulto puede alcanzar 65 mm de envergadura, vuela durante los meses de abril a agosto.
Las orugas son defoliadoras, en los primeros estadios los daños pasan desapercibidos, pero al final del desarrollo en septiembre-octubre, se alimenta de día y de noche, se desarrolla rápidamente y causa graves defoliaciones.

Defolia las hojas tiernas y los brotes.

Pasa el invierno en oruga protegida por un refugio que fabrica en seda y se adhiere a las cavidades de los troncos. Cuando se inicia la formación de las nuevas hojas, las orugas abandonan el cobijo y se alimentan de las hojas.
Las hembras colocan los huevos pegados al tronco, agrupados y recubiertos de una sustancia blanca.
Los daños que origina son defoliaciones.

Especie que ataca a diversas frondosas.
Se alimentan de los brotes tiernos y hojas incipientes, causando bastantes daños.
Las larvas viven en el suelo, alimentándose de las raíces de los árboles y de otras plantas.
En el periodo de formación de las nuevas hojas y brotes, se pueden apreciar diferentes adultos de este género.

Los adultos, con una envergadura alar de 70 a 100 mm, aparecen al comienzo de la primavera de forma escalonada.
Tras la fecundación, la hembra hace la puesta en grupos de huevos sobre la corteza del tronco.
Las larvas neonatas penetran en el interior del árbol e invernan.
Al año siguiente es cuando provocan los daños más graves, excavando galerías alimenticias para conseguir completar su desarrollo antes de volver a invernar.
Producen debilitamiento generalizado del árbol pudiendo provocar la muerte.
La mayor probabilidad de encontrar daños se da en el cuello del tronco.
Los ataques suelen ser a rodales dentro de la parcela.

La hembra efectúa la puesta colocando los huevos individualmente, por un orificio, en el interior de un pequeño orificio excavado en la corteza.
Para nutrirse penetran en el xilema haciendo galerías que suelen ser ascendentes.
Se pueden observar finas virutas agrupadas en el exterior de los troncos afectados.
Cuando finaliza el desarrollo de la larva, se transforma en pupa en la galería taponada por las virutas.
El adulto formado recorre las galerías apartando las virutas y saliendo al exterior.
Los árboles en los primeros años son más vulnerables, aunque también atacan a árboles ya desarrollados.